Durante el siglo XV los frailes pidieron y obtuvieron  del  Papa, una Regla de vida menos rígida y con más privilegios, así que la pobreza inicial de la comunidad se perdió progresivamente.  Este relajamiento en  muchas comunidades carmelitanas llegó a un punto que en España Santa Teresa d'Ávila, ayudada por  San Juan de la Cruz y por Padre Gerónimo Gracián, formuló en 1592 la reforma de la Orden carmelitana, para frenar los excesos. Así nació, junto al primer Orden, el nuevo ramo de los  "Carmelitanos descalzos" o “Teresianos”, frailes y monjas que desde aquel momento empezaron seguir una Regla de vida mucho más rígida y cercana a la de los religiosos del principio. Durante los siglos XVII y XVIII la Orden continuó a crecer en todo el mundo, también gracias a la intensa actividad de nuevos grupos religiosos y no, como los del Tercer Orden y la Confraternidad del Escapulario del Carmen cuyos miembros se acercaron a los carmelitanos para dar  asistencia caritativa de la gente. La supresión de las Ordenes religiosas después de la Revolución francesa, redució drásticamente el número de los frailes y religiosas carmelitanos pero, durante el siglo XX pudieron regresar a los antiguos monasterios y  fundar otros nuevos. Actualmente la Orden carmelitana cuenta casi con 2000 religiosos en todo el mundo, empeñados a el servicio del pueblo  cristiano. . . .