En la parte baja de la ciudad se puede ver la iglesia de otra importante orden mendicante que en Montalcino encontró una buena hospitalidad, la iglesia de San Francisco. La iglesia fue construida en el siglo XII en lugar de la de San Angel en Castelvecchio y después fué donada al Abad de San Antimo para curar las almas de la ciudad. Al interior se encuentra una nave muy amplia, típica de las iglesias de las órdenes mendicantes, que cuidaban mucho el momento de la predicación  donde llegaban fieles a centenares. La iglesia fue restaurada en el siglo XVIII por Tommaso Paccagnini pero, después de la cancelación de las órdenes religiosas por el granduque Leopoldo de Lorena, hacia  finales del siglo XVIII fué transformada en hospital. Al interior se pueden admirar los frescos del siglo XVI de Vincenzo Tamagni con las Historias de la Vírgen, y también pinturas de los siglos XVI y XVII de Ventura Salimbeni (la Vírgen da el escapulario a San Simón Stock) y de Alessandro Casolani (Alegoría de la Inmaculada Concepción) y una pintura de los primeros años del siglo XVIII de Niccoló Lapi con la  Vírgen y el Niño en la gloria  y Santos. Muchas otras pinturas se encuentran en el Museo de Montalcino. Cerca de la iglesia se puede ver lo que fue el monasterio de los frailes franciscanos de Montalcino enriquecido en el siglo XVI por un magnífico cláustro utilizado después . . .