Iglesia de San Nicolás al Carmen

Historias de la Construcción

Los Carmelitanos dejaron su originario carácter eremítico cuando el Papa Inocencio IV, controlando la Regla de la Orden, indicó la construcción de iglesias y monasterios en las cercanías de la ciudad. Los frailes llegados a Siena en la mitad del siglo XIII, se establecieron en una zona rural apenas fuera de los muros e iniciaron la construcción de su iglesia. Esta empezó a ser parte integrante de la ciudad actual y dió también el nombre a la calle en la cual está situada, el Piano dei Mantellini: se cuenta en efecto que en la fachada de la iglesia estaba pintada una Virgen, que actualmente no existe, bajo la cual, después de las gracias recibidas a los niños, se colgaban sus falditas o  mantellini: mantelitos  en signo de devoción En 1621, en plena fase de construcción los frailes pidieron y obtuvieron el permiso del Papa Urbano IV de sepultar en la iglesia también a personas que no pertenecieran a la Orden, un privilegio que los fieles contrecambiaron con muchas ofrendas utilizadas por los frailes para sostener la costrucción de la iglesia. Siguiendo la voluntad de la Iglesia, se introducieron en el tejido social ciudadano empeñándose en la educación de los fieles, acompañándolos correctamente en la oración y ayudándolos en la convivencia pacífica bajo las enseñanzas del Evangelio. Gracias a este papel de ‘asistentes sociales’ y de educatores . . .