Nos encontramos en la zona sur de Siena, arriba de la colina de Santa Agata donde esta situada la antigua iglesia de San Agustín. El edificio fue construido a partir del 1259 después del reconocimiento de la Orden de los Eremíticos de San Agustín por el Papa Alejandro IV y constituye, junto a los otros de las órdenes mendicantes, una prueba de la nueva idea de vida religiosa desarrollada entre los siglos XIII y XIV. En un primer momento los Eremíticos agustinos se dedicaban sobre todo a la contemplación y meditación solitaria en el cercano bosque de Lecceto y después, gracias al desarrollo de la ciudad entraron en Siena para responder a las exigencias de evangelización para la población que cada vez se hacia más numerosa. Fue propio para recibir al gran pueblo de Dios que los Agustinos hicieron construir una gran iglesia caracterizada por una única nave. La iglesia gozó desde el inicio de un gran prestigio y fue enseguida una destinación importante  de peregrinaje por las reliquias del Beato Agostino (Agustín) Novello traidas a este lugar, después de su muerte en 1309 acaecida en el eremitorio de San Leonardo al Lago no lejano de Siena. Como prueba de esta grande devoción se puede admirar el muy conocido retablo representante al Beato y sus milagros post mortem, realizado por el pintor senés Simone Martini en 1328 y hoy bien custodiado en la Pinacoteca . . .