En los primeros años del siglo XVII se corrían los Palios ‘a la lunga’ es decir a lo largo de las calles de la ciudad y algunas veces se corrían otros alrededor de la Plaza del Campo; sólo desde el 2 de julio de 1656 esto fue habitual. Ya a partir de 1620 los organizadores de la Fiesta del Palio pensaron en la institución de una carrera el 2 de julio para honorar la imagen milagrosa de la Virgen conservada en la nueva iglesia de Provenzano consagrada en 1611. La iglesia fue dedicada a la Visitación de María, fiesta que entonces se celebraba exactamente el 2 de julio y no el 31 de mayo como se hace hoy. La voluntad de organizar un Palio era la expresión más alta para demostrar el amor de la ciudad por la Virgen de Provenzano, ya que desde hacía muchos años que la gente hablaba de sus milagros. Se tuvo que esperar hasta el 1656 para ver el primer Palio en la Plaza del Campo dedicado a la Virgen de Provenzano: esta carrera tuvo tanto éxito que 3 años después, en 1659 decretaron un bando para garantizar la continuidad del Palio del 2 de julio. La nueva carrera ‘ a la tonda’ es decir redonda, alrededor de la plaza, se hacía como hoy con tres vueltas alrededor de la Plaza del Campo, donde diez de las diecisiete contradas con sus caballos y jinetes se enfrentaban para la victoria del estandarte de seda. A pesar de esta inovación de la carrera ‘ a la . . .