La Catedral de Santa Maria del Asuncion

Presentación

“Acuérdate de entrar con devoción en este devotisimo templo de la Virgen”

Estas palabras esculpidas en el piso de la Catedral, a la entrada de la nave central, se dirigen a qualquier persona que ingresa en el maravilloso templo: entrar en éste no es simplemente un movimiento físico sino el principio de un camino espiritual. El lugar en el cual estás entrando, no es solamente un increíble escenario de arte, es ante todo la demora  (domus), casa de Dios y de su pueblo, la Iglesia, que aquí vive los momentos más importantes de su historia.  Ya la fachada con sus maravillosos mármoles te ha anunciado que estás entrando en un espacio único en el cual encuentran realización las predicciones de los antiguo profetas, esculpidas en los pergaminos de piedra llevados por las extraordinarias estatuas de Giovanni Pisano. Ahora has entrado en la iglesia, un edificio construido para ser la imagen de una realidad hecha de carne y espíritu, la Iglesia-comunidad: una realidad de hombres cuya vida ha sido modificada para siempre por quien ha muerto para salvarnos del mal: Jesucristo.  Aquí se venera a María Santísima, la primera mujer que experimentó los efectos de la salvación: Inmaculada y sin pecado, subió al Cielo para compartir el destino glorioso del Hijo, la Virgen es la imagen primaria de la Iglesia, la Madre a la cual se dirigen los fieles para conseguir la . . .