La Basílica de los Siervos de María

Costrucción de la Basílica

En 1263 los servitas destruyeron la antigua y derrocada iglesia de San Clemente y utilizaron una parte de los ladrillos y otros materiales para la costrucción de la nueva iglesia y del convento. A pesar de que la Orden Servita fuese  del grupo güelfo y el Gobierno ciudadano del rival grupo gibelino, el mismo Ayuntamiento le ayudó para la costrucción del templo donando a los Servitas no sólo dinero sino que también los ladrillos para asegurarse que su ayuda fuera verdaderamente empleada en la realización de la iglesia. En  el año 1300, fue también proclamada una indulgencia para quien hubiese de alguna manera participado en la ejecucución de las obras de la iglesia, ya conocida con el nombre de Santa María de los Siervos.
En 1298 una parte del templo estaba ya probablemente acabado, puesto que en el mismo año fué realizada la pavimentación de la calle de enfrente mientras que para completar  la plaza se tuvo que esperar hasta  1416 cuando fueron destruídas las escaleras de la antigua iglesia de  San Clemente. La plaza hoy está dedicada a Alessandro Manzoni, que vino aquí para visitar a sus hijas  Vittoria y Matilde. La segunda, la más joven, murió en Siena como nos  recuerda una lápida puesta en el corredor del convento. 
Ya en los primeros años del Trescientos empezó el ampliamento de la Iglesia Servita y poco después fué realizada la torre campanaria hoy demolida; en  1363 fueron acabadas las cuatro capillas absidiales y el Ayuntamiento de Siena permitió a los Servitas de utilizar los ladrillos del antiguo Castel Montorio, que se hallaba en la misma zona y que encontraba en completas ruinas.
El artista y tallador senés Ventura Turapilli dirigió la última parte de los trabajos de la iglesia en los primeros años del siglo XVI y dibujó un proyecto para la fachada que nunca fue realizado; aún hoy la iglesia está sin fachada. Primordialmente, los trabajos empezaban por la zona del altar mayor y la fachada era la última fase de realizar.
Una lápida cerca del ingreso nos recuerda que la iglesia fué consagrada por el Obispo de Pienza el  18 de abril de 1533 dedicada a la “Concepción Inmaculada de la Madre de Dios” adelantándose así de 300 años a la oficialidad del dogma de la Inmaculada Concepción (1854). La consagración aconteció durante el Capítulo General del Orden de los Siervos de María celebrado en Siena para festejar el tercer centenario de su fundación.
En la mitad del siglo XVIII fue realizada la escalera exterior  desde la cual se puede admirar una vista maravillosa de la ciudad.