La Basilica de San Bernardino a la Observancia

Lugares Bernardinianos en la Ciudad

Oratorio de San Bernardino al Prato
La iglesia se encuentra cerca del antiporto de Camollia, frente a la Iglesia de Santa Petronila, en un sitio destinado en época medieval como Lazareto. En la luneta que se encuentra arriba de la puerta de ingreso, dentro del sol con rayos con el trigrama de Cristo, está pintada la imagen a medio busto de San Bernardino. El aspecto interior actual, es el resultado de la intervención realizada en 1926 donde se incluyó la eliminación de los altares barrocos. La obra más importante aquí conservada es la maravillosa pala de Paolo de Giovanni Fei que representa a la Virgen con el Niño y Santos (apróx. 1380 ), cuya preciosidad y riqueza de particulares adelantan el gótico florido. El Oratorio fue la sede de la Venerable Compañía de San Bernardino al Prato de Camollia desde 1688. 


 
Via del Sasso de San Bernardino
 Continuando a lo largo de la calle Camollia en dirección del centro histórico, se encuentra una pequeña calle llamada “del Sasso (Piedra) de San Bernardino”. Este es el lugar donde, según la tradición, Bernardino hizó sus primeras prédicas a los seneses después de las realizadas en el “Alberino”.
El sasso atrae la atención al improvisado púlpito de piedra utilizado por el Santo. Cerca de la calle está el Oratorio de Santa Ana en Santo Onofrio donde se conserva el busto en barro polícromo de San Bernardino remontante a finales del siglo XV. El busto es un probable fragmento de una escultura a figura entera que estaba en esta calle como devoción al santo.
 

Oratorio de la Compañía de San Bernardino (Museo Diocesano)
El oratorio presenta una fachada “ a capanna”, es decir, construida en ladrillos con dos vertientes simétricas en el techo, está embellecida con un portón en travertino, fechado 1574. En la parte superior de la fachada, se observa un disco a rayos con el monograma bernardiniano. La confraternidad, ya llamada de Santa María y San Francisco (1273) y de la Virgen de la Veste Negra de San Francisco (siglo XIV), asumio el Título de San Bernardino en 1450, después de la canonización del Santo Senés.
Actualmente es la sede del Museo Diocesano.