La Basílica de los Siervos de María

Matanzas de los Inocentes

La “matanza de los inocentes” es una historia relacionado con la vida de Jesús y llegada a nosotros a través de el evangelio del apóstol Mateo. Según nos dice  Herodes, el Rey de Judea, supo por los Reyes Magos del nacimiento de un nuevo Rey y  mandó la matanza de todos los niños barones menores de dos años que vivían en Betlém y en los alrededores. Jesús no fué asesinado gracias a un ángel que le apareció en un sueño a José aconsejándole de escapar hacia Egipto. Este tema es muy popular en la pintura porqué se ubica en el periodo de Navidad y se relaciona con el  culto de los "Santos Inocentes”, donde se veneraban como martires a los niños muertos en la matanza. Su culto se desarrolló durante la mitad del siglo V en todo el Occidente y se relacionaba bien con la angustia del alta mortalidad infantil y  con la brutalidad de Herodes que había matado a algunos de sus hijos para no perder su posición.
Al interior de la Iglesia de los  Servi de María se encuentra este tema en la obra del siglo XIV de Pietro Lorenzetti, ayudado por dos colaboradores y lo encontramos también en el retablo de Matteo de Giovanni de 1491. Esta última obra fué realizada para la capilla privada de la famiglia Spannocchi,que se encuentra a lo largo de la nave lateral derecha e llamada “Santos Inocentes” ya que alli se encontraba una reliquia de los pequeños martires.
Las dos obras, se diferencian tanto por el estilo, como por la manera de representar el acontecimiento. El fresco de Lorenzetti, que se halla en la primera capilla absidial de la derecha, nos muestra la fuerza expresiva de esta parte del evangelio en el cual la cruel figura de Herodes mira desde el alto la escena, ordenando con un gesto la matanza. Esta tragedia nos muestra verdaderos momentos de dolor, en la madre que llora por su hijo muerto o en la mujer que entre el montón de cuerpos reconoce a su hijo. Matteo de Giovanni había ya pintado en Siena este tema otras tres veces, pero en este retablo organiza la escena en manera distinta. Herodes, el tirano, se halla en el centro del dibujo y habla con su consejero mostrando total indiferencia por lo que está aconteciendo bajo sus ojos. En el mismo momento unas madres intentan defender a sus hijos, como la mujer que se lanza con la mano hacia la cara del soldado, tal vez un autorretrato del pintor. En esta obra los tonos de la narración parece más quietos respecto a las otras obras senesas con el mismo tema y esto nos hace pensar que le escena no se refiere solamente a la alución de la matanza de mujeres y niños hecha por los turcos en la catedral de Otranto en 1480, sino que pueda aludir también al nuevo clima político senés que estaba yendo hacia posibles formas de tiranía.