La Concatedral del SS. Salvador en Montalcino

Desde el siglo XVI hasta nuestros días

Después de la Contrarreforma, el Obispo de Pistoia Francesco Bossi, fué enviado para averiguar si las reglas establecidas en el Concilio de Trento se aplicaban verdaderamente. Según su relación, Montalcino era más pobre y atrasada que Pienza ya que casi todas sus entradas iban para Siena. Las Iglesias rurales y las de la ciudad se presentaban en decaimiento y faltaban las  condiciones estructurales para aplicar las nuevas indicaciones de la Santa Sede. Por estas razones, el Obispo remarcó la necesidad de restablecer los antiguos reglamentos: diferenciar la Catedral de las otras iglesias de la diócesis, recuperar su posición dominante, buscar fondos para la institución de un seminario y restaurar la “saedes episcopalis” construida por Pio II y casi nunca utilizada como residencia obispal.
Durante el siglo XVII la ciudad se enriquece de nuevos edificios como el Teatro construido después de la Academia de los Astrusi siguiendo las normas de la Academia senesa de los Intronati y el nuevo templo de la Vírgen del Socorro, centro devocional de los habitantes construido después de la victoria contra el asedio español.
Durante el siglo XVIII se asiste al pasaje del Granducado de Toscana desde los Medici hasta los Asburgo-Lorena. La desaparición de las órdenes religiosas requerida por Pietro Leopoldo de Lorena (1765-1790) tocó al monasterio franciscano, al de los agostinianos y al de las obladas de Santa Catalina, y gracias a los fondos encontrados por Pietro Leopoldo se instituyó el seminario obispal en Montalcino donde pudieron estudiar jóvenes pobres aunque no quisieran tomar los votos. El obispo de Montalcino, Giuseppe Bernardino perteneciente a los condes Pecci de Siena organizó la estructura y garantizó a la escuela un nivel muy alto llamando para enseñar sólo profesores con licenciatura. Hasta los años setenta del siglo pasado ésta era la única escuela secundaria presente en el territorio de Montalcino.
Durante el siglo XIX se notó un desarrollo económico y constructivo de la ciudad, primero con la reedificación de la Catedral (1817-34), proyectada por el prestigioso arquitecto senés Agostino Fantastici. En la segunda mitad del siglo pasado este proceso continuó con la llegada del ferrocarril y se cumplió con otras importantes obras públicas promovidas por el recién nacido Reino de Italia (el acueducto para llevar el agua desde la sorgente del Amiata hasta Montalcino, los establecimientos a vapor para los molinos y la luz eléctrica) y por instituciones sociales y culturales como las del mutuo socorro; y por última de grande importancia, la invención de la fórmula del Brunello por Biondi Santi que hará de Montalcino un lugar conocido en todo el mundo.
La Diócesis tuvo como último Obispo “independiente” mons. Ireneo Chelucci; después de su muerte en 1970,inició un camino de integración con las Diócesis cercanas que terminaría en 1986 con la fundación del Archidiócesis de Siena-Colle Val d’Elsa-Montalcino. La iglesia del SS. Salvador obtuvo así el título de ConCatedral.